Los medicamentos que contienen liraglutida y semaglutida están siendo estudiados por la Agencia de Medicamentos de Europa por los posibles efectos depresivos y cambios de conducta en los pacientes que los utilizan para bajar de peso. Qué dicen los expertos
23 Sep, 2023
La semaglutida se comercializa en dos presentaciones: Ozempic™ para el tratamiento de la diabetes (en dosis de 0,25, 0,5 y 1 miligramo) y Wegovy™ (semaglutida 2,4 miligramos) indicado para el sobrepeso y la obesidad en mayores a 18 años (REUTERS)
Hoy en día hay una nueva generación de fármacos, originalmente diseñados para la diabetes, que cambiaron el panorama del tratamiento de la obesidad. Y si bien son muy efectivos para bajar de peso, no se trata de fórmulas mágicas, ya que algunos expertos advierten de sus potenciales efectos secundarios.
Se trata de los fármacos que pertenecen a la familia de los agonistas del receptor GLP-1, que se desarrollaron para tratar la diabetes de tipo 2, una enfermedad cuya prevalencia se ha disparado en las últimas décadas junto con las tasas de obesidad en el mundo.
https://464d7485c397187cd027dd0cf2c4fada.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html Dentro del conjunto de los agonistas de los receptores de GLP-1, se encuentran el medicamento tirzepatida, que se comercializa bajo la marca Mounjaro™, y la semaglutida, que se comercializan en inyecciones bajo la denominación Ozempic™ y Wegovy™, todos autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés).
Las nuevas drogas para bajar de peso podrían tener efectos secundarios en la salud mental (Gettyimages)
Hasta ahora, en Argentina sólo estaba autorizada Ozempic™ para pacientes con diabetes tipo 2. La novedad es que fuentes de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) revelaron en agosto que Wegovy™ fue autorizada en el país para el tratamiento de la obesidad. La misma se presenta en plumas precargadas que contienen la solución inyectable. Se inyecta una vez a la semana por vía subcutánea en el abdomen, el muslo o la parte superior del brazo.
Además de controlar el azúcar en sangre, estos fármacos impulsan la pérdida de peso. Ayudan a los pacientes a perder más del 10% de su peso corporal en el primer año de uso. Funcionan imitando una hormona llamada péptido-1 similar al glucagón, que ralentiza la digestión y reduce el apetito.
En los últimos meses, mientras la comercialización de estas drogas gana terreno, han aparecido problemas en algunos de los pacientes que las consumen. Pero no solamente en relación con algún trastorno gástrico o corporal, sino vinculado a la salud mental. Algunos pacientes han manifestado cuadros de depresión, angustia, tristeza permanente y cambios en su estado de ánimo.
Algunos pacientes llegan a una meseta en el descenso de peso mientras toman los nuevos fármacos para la obesidad y se desaniman (Gettyimages)
Tal es así que el comité de seguridad de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia (PRAC ), están revisando datos sobre el riesgo de pensamientos suicidas y de autolesión en pacientes que utilizan los medicamentos conocidos como agonistas del receptor GLP-1.
La revisión fue iniciada por la agencia de medicamentos de Islandia tras informes denuncias presentadas por personas que tomaban medicamentos liraglutida y semaglutida. Hasta el momento las autoridades han recuperado y están analizando alrededor de 150 informes de posibles casos de autolesiones y pensamientos suicidas.
Fuente: Infobae