Será mañana viernes y estará encabezada por el psicólo Ramiro Mitre quién ayudará a conocer y entender más a aquellas personas con una condicion neurodivergente.

Mañana viernes se realizará en el Centro Cultural Hermes Binner una jornada sobre Neurodivergencia encabezada por el psicólogo Ramiro Mitre, quien es el director de la ONG Neurodiversidad, donde tratará el tema “Neurodiversidad en Entornos Escolares”. También por otro lado, presentará su libro Neurodivergentes.

La finalidad de este evento organizado por la Secretaría de Educación y Políticas Sociales de la Municipalidad junto a Inclusión Pueblo Esther, es informar y capacitar sobre diferentes aspectos de las personas con condiciones neurodivergentes, para una mejor entendimiento, comunicación y contención de ellas.

Mitre tiene una amplia capacitación y experiencia en el tema. Hasta realizó una maestría en trastorno del espectro del autismo en la universidad San Jorge Zaragoza en España. Por otro lado, cuenta con más de 16 años trabajando con personas autistas y sus familias.

Precisamente con el paso del tiempo se dió cuenta que no alcanzaba solo con atender al paciente en el consultorio, por eso consideró ir más allá, y generar un espacio más social.

En consecuencia, Mitre junto a varias familias crearon la ONG Neurodiversidad.
Actualmente el destacado profesional es coordinador de latinoamerica de un proyecto llamado Echo Autismo, dependiente de la universidad de Missouri, EEUU.

Adelantando un poco su disertación del día de mañana, el profesional nos respondió algunas preguntas:

¿Qué diferencia hay entre Neurodiversidad y Neurodivergentes, si es que la hay ?

“Neurodiversidad es un concepto general que refiere a una característica que es propia de los seres humanos. No existen dos cerebros iguales, así como no hay dos personas que tengan las mismas huellas digitales, o las mismas características físicas, esto también se ve a nivel cerebral. Y esto es lo que llamamos neurodiversidad. Lo que sí hay, son algunos grupos que comparten algunos rasgos. y dentro de esta gran diversidad de cerebros y de mente, hay algunos grupos que tienen ciertas particularidades. Aquellos grupos mayoritarios, se los denomina Neurotípicos, y aquellos que tienen un funcionamiento diferente a estos que se pueden denominar estándar, se los llama Neurodivergentes.
Y dentro de las neurodivergencias se pueden encontrar grupos más específicos como las personas autistas, o con TDAH, con dislexia, con discapacidad intelectual, o con los llamados tradicionalmente trastornos de la salud mental”.

¿Entonces la diferencia entre los dos grupos es el trastorno?

Trastorno es una palabra que viene más del campo médico. En el último tiempo personas y comunidades que vienen con alguna divergencia luchan para que se quite este tinte tan negativo que tiene la palabra trastorno.

¿Y cuál sería la palabra más aplicable?

“Condición. Muchos hablan de condición. Pero habría que hacer una distinción: si tenes un tipo de funcionamiento que es diferente a los demás, y eso no te trae complicaciones, no deberías estar catalogado dentro de un trastorno. Pero si el cerebro está funcionando diferente, sí te trae complicaciones porque la sociedad no está preparada o porque el mismo cuadro tiene implicancias en sí mismo, entonces ahí sí correspondería el trastorno. Tiene que ver con discusiones semánticas, tampoco hace mucho sentido si nos vamos a quedar solamente con la discusión semántica”.

¿Cómo notas en la actualidad la información con la que cuenta la sociedad relacionada a estas personas con condiciones diferentes?

“Creo que cada vez estamos avanzando más. Cada vez estamos hablando más de estos temas. Pero lamentablemente no alcanza. Todavía falta mucho camino. Si tomamos en cuenta que la primera descripción de autismo se hizo en 1943, han pasado tan solo 80 años, que dentro del mundo científico no es nada. Entonces muchos de estos cambios tienen que ver con que tiene que pasar un tiempo más para que se pueda conocer más.

Mitre fué mucho más allá con su análisis: “La realidad es que incluso aquellas personas que conocen el tema, no tienen las herramientas. Nosotros desde la universidad de Missouri hicimos una investigación en la cual consultábamos acerca de las barreras que enfrentan tanto profesionales de la salud como de la educación, y una de las principales dificultades están referidas a la falta de posibilidades de formación. O bien porque son muy caras, o bien porque no hay opciones de información, o bien, y este es el dato más triste, porque estas condiciones no se estudian dentro de los planes académicos de las universidades o de los institutos terciarios.

Y al final hizo una reflexión contundente: “Qué podemos esperar de un profesional que no fue formado en su carrera de base, de un docente que no tiene formación en diversidad y que después tiene que dar respuesta a una situación. Porque tenemos leyes hermosísimas que adhieren a la convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad pero no me sirve de nada la ley si no tengo el docente formado dentro del aula”.

¿Toda esta descripción que hiciste tiene que ver con lo que vas hablar en la charla y con el libro que escribiste o además hay algo más?

“Sí, tiene que ver con todo esto. En realidad dentro del libro hablamos no solamente educación, sino de muchos temas. La intención con el libro es cambiar un poquito la mirada en torno a estos diagnósticos de la salud mental. No porque no impliquen limitaciones como te decía, sino porque también hay otra cara de la moneda que tiene que ver con las fortalezas de las que habitualmente se habla muy poquito: muchas personas saben que el autismo trae complicaciones a nivel social, pero muy pocas saben que el procesamiento visual de las personas autistas es fabuloso y que para muchos es una verdadera fortaleza.
Con respecto a la charla y en el marco de la presentación del libro y tocando muchos de los temas que se abordan en el libro, vamos a hacer más énfasis en la educación, primero porque fue un pedido de la gente de Pueblo Esther y segundo porque es el público que más lo necesita”.

¿Qué hay de cierto en esa afirmación popular que dice que personas que se han destacado en su actividad, muy por encima del resto, han tenido o tienen la condición de autista?

“Vos podes darte cuenta muy fácilmente si una persona tiene síndrome de down o tiene ceguera porque son condiciones mucho más visibles. En el autismo no hay rasgos evidentes. Entonces solamente se puede hacer un diagnóstico a través de la observación clínica, a través de la historia personal de vida del consultante, entonces es muy difícil hablar de generalidades. Lo que sí te puedo decir es que muchas de estas cuestiones que vos me preguntas, que tanto de lo artístico como desde lo deportivo, o como desde las habilidades que puede tener una persona, muchas veces están asociadas a algún tipo de neurodivergencia. Si el cerebro funciona distinto al de los demás, es posible que en parte de esas diferencias no sean solamente en términos negativos, sino que también tengan que ver con cuestiones que hacen a habilidades, recursos o a fortalezas. De hecho hoy tenemos electricidad gracias a Nicola Tesla, si bien no se sabe que el diagnóstico era así, hay mucha documentación que habla de sus características, y que cumple con todos los criterios habidos y por haber de un autista”.

Por último Mitre quiso destacar algunas cifras por las cuales se demuestra la importancia de conocer un poco más sobre estas condiciones neurodivergentes:

La cantidad de personas autistas que se estima que existen en el mundo.

  • Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) 1 persona de cada 100 es autista.
  • Según el Centro de Control de Enfermedades de EEUU 1 persona cada 36 es autista.

“En la medida que todos podamos involucrarnos, conocer de qué se trata, perderle el miedo y naturalizarlo, cada vez va ser más fácil para todos.
Las diferencias siempre nos enriquecen. Tenerle miedo a una condición solo por el prejuicio de no saber qué puede pasar, o solo porque no es seguir con el mandato cultural, o lo que es esperado para la sociedad, es también limitar una realidad. De todas las personas autistas que conozco, amigos, familiares, no me los podría imaginar sin autismo o sin su condición neurodivergente porque hacen a la identidad y son parte de la persona.”

Finalmente Mitre cerro la entrevista afirmando: “No pasa por aceptar y que esté todo genial, no. Cada uno tiene desafíos, tiene dificultades y hay que buscar qué podemos hacer para mejorar la calidad de vida. Pero no se trata de cambiar a la persona. Se trata de buscar los apoyos que cada uno necesita para tener una mejor vida.”.