Playas de arena blanca y fina, cocoteros que bordean la costa, aguas cálidas y transparentes, y sus famosas piscinas naturales convierten a Porto de Galinhas en un destino imperdible. En esta guía te contamos todo lo que necesitás saber (y que no suele contarse) para disfrutarlo al máximo.
Los 5000 km de distancia que separan a Porto de Galinhas de las principales ciudades de nuestro país hacen que no sea un destino de fácil acceso para cualquiera, pero tampoco es imposible, menos siguiendo algunos tips que aquí te vamos a compartir.
Cómo gastar menos para llegar a Porto de Galinhas
Los vuelos internacionales son mucho más caros que los nacionales, no solo por la distancia sino también por las tasas adicionales. Una buena estrategia para abaratar costos es llegar vía terrestre a aeropuertos brasileños cercanos a la frontera y desde allí tomar un vuelo local a Recife, la ciudad grande más próxima a Porto de Galinhas (a 60 km).
¿Cuál es la mejor época del año para ir?
Eso depende de las prioridades de cada viajero.
Si buscás gastar menos, junio, julio (excepto durante las vacaciones de invierno) y agosto son los meses más económicos. Son también los más lluviosos, aunque rara vez llueve de forma continua como para impedirte disfrutar de la playa varios días. ¿Puede pasar? Sí, pero es muy poco frecuente.
Del 24 de diciembre hasta Carnaval es temporada alta, con todo lo que eso implica: precios más altos, playas muy concurridas y mayor dificultad para moverse en taxi o con aplicaciones de transporte. El transporte público funciona con buena frecuencia (cada 8 minutos), pero los colectivos son pequeños y, con temperaturas que rondan los 30°/35° de sensación térmica, no son la opción más cómoda. Además, no funcionan las 24 horas.
¿Dónde alojarme?
No voy a listar opciones de alojamiento —para eso hay muchísimos sitios y plataformas especializadas—, sino que te voy a contar las características de cada zona de playa, para que puedas elegir mejor tu hospedaje en función de qué tipo de playa querés tener cerca.
Zona 1: Muro Alto
La playa de los hoteles 5 estrellas. El agua es literalmente una pileta, sin olas. Hay un sector con excelente infraestructura, pero es la zona más cara de Porto. Poca sombra natural: tendrás que alquilar sombrillas.
Zona 2: Playa de Cupe
Aquí ya hay oleaje, aunque suave, ideal para bañarse con comodidad. Hay menos barracas de playa y los servicios son más básicos, salvo en Ponta do Cupe, donde hay un excelente bar de playa. La sombra natural es escasa y solo aparece a partir de las 15 hs.
Zona 3: Zona central
El corazón de Porto, donde se encuentran las famosas piscinas naturales. Es la zona con mayor concentración de turistas e infraestructura. Las barracas están una junto a la otra y es difícil diferenciarlas si no sos local.
Con marea baja, el mar es una gran pileta; con marea alta, hay apenas un leve movimiento de agua. Tampoco hay sombra natural.
Zona 4: Mi favorita
En esta zona sí vas a encontrar sombra natural, gracias a una franja de cocoteros que en sus primeros 200 metros están muy cerca del agua. Podés dejar tus cosas bajo su sombra. También hay servicios de barracas a los que se les puede pedir alguna consumición sin necesidad de alquilar sombrilla o mesa.
El mar tiene un oleaje un poco más fuerte que en las otras zonas, pero sigue siendo cómodo para bañarse.
¿Vale la pena alquilar un auto?
No hay una respuesta única: depende de tu viaje.
Si vas pocos días, no vale la pena. Las diferentes playas no están tan lejos unas de otras: podés moverte en taxi, Uber, colectivo o incluso caminando.
- Del centro (piscinas naturales) a la playa de Maracaípe hay unos 2,5 a 3 km hasta el Pontal de Maracaípe (donde se juntan el río y el mar).
- Del centro a las piscinas naturales de Cupe, 2,5 km.
- Del centro a Muro Alto, 4 km.
Transporte público (El Rapidinho):
- A Maracaípe te deja en el inicio de la playa; para llegar al Pontal hay que caminar 1,5 km más o tomar un Uber.
- A Cupe te deja a unos 400 m de la playa.
- A Muro Alto te deja más lejos: mínimo 20/30 minutos de caminata hasta el inicio de la playa y mucho más hasta el sector más concurrido.
Si vas a estar varios días, ahí sí puede convenir alquilar un auto para hacer excursiones más lejanas, como Isla de Santo Aleixo, Playa dos Carneiros o la Playa Antunes.
Eso sí, tené en cuenta que:
- La velocidad máxima es 100 km/h.
- La ruta es estrecha, con muchos tramos de doble línea amarilla y bastante poceada.
- Hay muchas cámaras y radares. Contratando una excursión te evitás toda esa tensión y cuidados, aunque te saldrá un 50% más caro.
Porto de Galinhas de noche
Lo más fuerte de Porto es su vida diurna. Amanece a las 05 de la mañana, ya hace calor y te garantizo que a las 07: te despertas si o si. Pero claro, no te despertás por el sol o el calor, te despertas porque generalmente a las 00 ya estás durmiendo en tu alojamiento. Y esto pasa porque la vida nocturna en la gran mayoría de los casos en la ciudad termina a las 12 de la noche, y antes también.
Hay algunos lugares para cenar con espectáculo, algunos barcitos con cantantes en vivo, pero todo arranca temprano y termina temprano. Si vas con los horarios argentinos, olvidate, eso no va ocurrir. Además, por otro lado, tampoco es que hay muchas opciones de diversión nocturna.
Hay, pero limitada. El fuerte de Porto es el día, no la noche.
Seguridad
Otra de las principales características que tiene Porto de Galinha, es su seguridad. Es cien por ciento segura. Podés dejar tus cosas en la arena, ir al agua, sin necesidad de tener que decirle al de al lado: “¿me mirás las cosas?”. Cuando vuelvas del agua, tus cosas van a estar en el mismo lugar.
Por otro lado, podés andar de día, noche o madrugada por cualquier sector de la ciudad que nada te va pasar, ni a vos, ni a tus cosas. A nivel que los lugareños, dejan sus bicicletas apoyadas en un árbol, una pared, una columna sin ningún problema, van, hacen lo que tienen que hacer, vuelven, y la bicicleta está en el mismo lugar. Incluso conozco de casos que la bici quedó toda una noche apoyada sin ningún tipo de seguridad porque el dueño se la olvidó, y al otro día estaba en el mismo lugar.
Un destino que siempre invita a volver
Porto de Galinhas es mucho más que un simple destino de playa: es un lugar donde el ritmo de vida se vuelve más pausado, donde cada día podés descubrir un rincón nuevo del litoral, y donde las aguas cálidas y el clima tropical te invitan a relajarte como en pocos lugares.
Como viste en esta nota, con algunos consejos y conociendo las particularidades de cada zona, podés planificar un viaje a tu medida, optimizando tu presupuesto y tu experiencia.
Y si algo queda claro después de conocer Porto, es que siempre vas a querer volver.