
Nestor Di Pierro luego de la derrota de su equipo ante Almirante Brown disparó desde “no tienen sangre” hasta “que no enganche a alguno en un boliche porque le voy a romper la cabeza.”, entre otras afirmaciones más que detonaron el conflicto en el funebrero.
El clásico del ascenso dejó heridas profundas en Chacarita. La derrota 1-0 como local ante Almirante Brown no solo significó el quinto partido sin triunfos, sino que además desató la furia del presidente del club, Néstor Di Pierro, quien expresó su bronca con duras declaraciones contra el plantel profesional.
“Estoy defraudado por la situación que atravesamos. Dolido por ver a la gente irse de la cancha entre lágrimas. Estos jugadores no se merecen ni una lágrima”, señaló el dirigente en diálogo con un programa partidario, donde también remarcó: “Tienen todo: psicólogo, nutricionista, hoteles, salarios al día, viajes… No sé qué necesitan. A lo mejor necesitan otra cosa. No tienen actitud, no tienen sangre.”
El Funebrero, que semanas atrás peleaba los primeros puestos, hoy se ubica octavo en la Zona B de la Primera Nacional y con dificultades para ingresar al Reducido por el ascenso.
Di Pierro fue más allá y lanzó críticas hacia la intimidad del vestuario: “No me pregunten qué pasó, pregúntenle a ellos. Antes era el técnico el problema, ¿y ahora? “Que se dejen de pintar el pelo de rubio y de ponerse botines colorados. Y que a alguno no lo enganche en el boliche porque le voy a romper la cabeza.”
El dirigente admitió que sus palabras no son habituales en un presidente, pero reconoció que el momento lo desbordó: “Como muchos hinchas, anoche no dormí”.
Tras la salida de Juan Manuel Azconzábal, el equipo quedó en manos de Carlos Mayor, quien debutó con un empate y luego sufrió la caída en el clásico. La próxima parada será el domingo, cuando visite a Central Norte de Salta, en un encuentro clave para seguir soñando con la pelea por el ascenso.
Por su parte, en redes sociales muchos hinchas de otros clubes se sintieron identificados con la mirada y los dichos de Di Pierro, y en algunos casos hasta lo invitaban a que se sume como presidente de sus respectivos clubes.