Casi 4 de cada 10 asalariados no tienen los descuentos jubilatorios que les corresponden por ley y a eso se le suma un alto nivel de sobreocupación. Se trata de aquellos que trabajan más de 45 horas semanales y que se los vincula con la necesidad de llegar a fin de mes con más de un empleo

25 de septiembre de 2023 –

Los datos oficiales de empleo siguen exponiendo un bajo nivel de desocupación en Argentina, pero en paralelo se sostiene un alto nivel de informalidad. A este panorama que se sostuvo durante todo el gobierno del Frente de Todos, se agrega el incesante crecimiento de la categoría sobreocupados, un considerable número de personas que trabajan más de 45 horas semanales.

La tasa de desocupación bajó al término del segundo trimestre al 6,2% en relación al 6,9% de igual período del año pasado, de acuerdo a los datos informados durante la semana por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Incluso, este índice de 6,2% de desocupación estuvo por debajo del 6,9% del primer trimestre de este año.

Dentro de la población activa (47,6%) se destacó que: entre la población ocupada, 74,2% son asalariados, y 36,8% de ellos no cuenta con descuento jubilatorio. Por otra parte, 22,3% trabaja por cuenta propia, 3,2% son patrones y 0,3% son trabajadores familiares sin remuneración.

El dato de trabajadores sin descuento jubilatorio mejoró en la comparación con el mismo período del año pasado (36,8% vs 37,8%), aunque marcó un nuevo crecimiento luego de terminar el año 2022 en 35,5%. Se trata del universo de trabajadores que no cuenta con los beneficios que le corresponden por trabajar bajo el marco de la ley.

Esto implica que la economía argentina sigue sosteniendo un alto nivel de informalidad y precarización en su mercado laboral. Casi 4 de cada 10 asalariados no tienen los descuentos jubilatorios que les corresponden por ley. A eso hay que sumarle un alto nivel de cuentapropismo entre los no asalariados.

Durante el 2022 el porcentaje de trabajadores sin descuento jubilatorio se mantuvo alto. De hecho llegó al 37,8% durante el segundo trimestre de ese año, pero finalizó en el 35,5%. Con el comienzo de este 2023 empezó a incrementarse nuevamente hasta ubicarse en 36,8% y de esta manera se consolida un alto nivel de informalidad en el mercado laboral local.

Pero no se trata del único indicador que da cuenta de la precarización laboral que sufren los argentinos y argentinas. Es que a esa categoría se suma la de sobreocupados, se trata de aquellos que trabajan más de 45 horas semanales y que se los vincula con la necesidad de llegar a fin de mes con más de un empleo.

Los datos durante los últimos años exponen el fuerte crecimiento de personas que trabajan más de 45 horas semanales. Durante el segundo trimestre de 2020 el nivel de sobreocupación era de 19%, mientras que en este último informe la cifra llegó al 28,4%.

Ese salto de casi 10 puntos porcentuales fue creciendo a fuerza de empleados y empleadas que a lo largo de los últimos años se vieron obligados a redoblar su carga laboral. Durante todo el año pasado el indicador creció trimestre a trimestre y no mostró descenso.

Más datos sobre empleo

De acuerdo a los datos oficiales para el segundo trimestre de 2023, la tasa de subocupación resultó del 10,6% mientras que los otros ocupados demandantes  población ocupada que busca activamente otra ocupación) y los otros ocupados no demandantes disponibles (no busca activamente otra ocupación, pero está disponible para trabajar más horas) alcanzaron, en conjunto, el 11,0% de la Población Económicamente Activa (PEA).

Al observar las poblaciones específicas, dentro del universo de 14 años y más, desagregado por sexo, la tasa de actividad para los varones fue de 69,8%, mientras que para las mujeres se ubicó en 51,5%.

A nivel geográfico, las regiones que presentaron mayores tasas de actividad fueron la Región Pampeana (49,2%), Gran Buenos Aires (47,6%) y Cuyo (47%). Por su parte, la que presentó la menor tasa de actividad fue Noreste (44,4%).

A su vez, si se considera el tamaño de los aglomerados, en los de 500.000 y más habitantes, la TA (48%) fue superior a la de los de menos de 500.000 habitantes (45,7%).

Fuente: El Ciudadano